Emprendedor de Responsabilidad Limitada (ERL)
Uno de los grandes quebraderos de cabeza de cualquier emprendedor es pensar en que si su proyecto fracasa deberá responder con todos sus bienes personales por las deudas que haya contraído.
Ser autónomo implica un riesgo elevado. Uno acaba jugándoselo todo. Hasta su patrimonio. Y es literal: en caso de deudas que no se puedan pagar, el autónomo ha de responder con su patrimonio.