La toma de decisiones financieras es una parte esencial de la gestión empresarial. Uno de los dilemas más recurrente al emprender un nuevo proyecto es determinar la fuente de financiación adecuada.
Muchos gerentes nos han preguntado a lo largo de estos años cuál es la razón y por qué no tener financiación ajena y si con recursos propios, o al revés. Nosotros siempre les aconsejamos que cada financiación tiene sus ventajas y desventajas.
La toma de decisiones financieras es parte esencial de la gestión empresarial. Exploremos las estrategias de financiación con recursos propios y recursos ajenos.
Recursos propios: control y autonomía
La financiación propia, también conocida como capital propio, se refiere a los fondos generados internamente por la empresa, ya sea por las aportaciones de los socios, los beneficios retenidos en la empresa, las reservas o la entrada de nuevos inversores en el capital de la empresa, bien a través de sociedades de capital riesgo, de ángeles inversores o de otro tipo de ampliaciones de capital.
Esta opción ofrece un alto grado de control y autonomía para la empresa, puesto que no implica deudas ni la participación de terceros.
• 1 – Autofinanciación de enriquecimiento
Se trata de los recursos obtenidos como resultado de la actividad económica propia de la empresa, a este tipo de recursos o bienes también se les suele denominar reservas.
Este tipo de reservas están destinadas a incrementar la capacidad productiva de la empresa. Las causas que influyen sobre este tipo de autofinanciación y, como consecuencia, sobre el desarrollo económico de la empresa son la rentabilidad de la inversión, el coste de las deudas, la política de retención de beneficios, y los impuestos, entre otros.
• 2 – Autofinanciación de mantenimiento
Se trata de los recursos producto de las provisiones y las amortizaciones productivas. Este tipo de recursos tienen como objetivo mantener el valor de los activos para garantizar el desarrollo de la empresa con la preservación de su patrimonio.
Ventajas de recursos propios:
Sin deuda: al utilizar los recursos propios, la empresa evita la carga de intereses y pagos de deuda, lo que mejora su posición financiera a largo plazo.
Inmediatez: los recursos propios se obtienen de forma inmediata, y no cabe esperar que una entidad financiera apruebe la operación para disfrutar de los fondos.
Control total: la empresa mantiene el control total sobre las decisiones estratégicas y la dirección del proyecto.
Beneficios netos: una vez que el proyecto es rentable, todos los beneficios netos fluyen directamente hacia la empresa. Parte del beneficio se debe destinar a cubrir las reservas obligatorias:
Reserva legal. Por Ley, las sociedades deben aplicar el 10% de su beneficio a esta reserva, hasta que alcance el 20% del capital social.
La autofinanciación se puede reforzar con las amortizaciones y las provisiones (fondos retenidos en previsión de posibles pérdidas o imprevistos).
Desventajas
Limitación de capital: financiar proyectos con recursos propios puede limitar la cantidad de capital disponible para inversiones en otros proyectos o para el crecimiento de la empresa en general. Esto podría restringir las oportunidades de expansión.
Riesgo financiero personal: si los propietarios de la empresa utilizan sus activos personales o patrimonio para financiar el proyecto, están asumiendo un riesgo financiero personal significativo en caso de que el proyecto no sea exitoso. Esto puede poner en peligro su seguridad financiera personal.
Oportunidad de inversión perdida: al usar los fondos propios de la empresa, podría perderse la oportunidad de invertir en otras oportunidades más rentables que podrían surgir en el mercado. Esto podría afectar negativamente a la diversificación y el rendimiento financiero a largo plazo.
Presión sobre la liquidez: utilizar recursos propios para financiar un proyecto importante puede reducir la liquidez de la empresa, lo que podría dificultar la capacidad de hacer frente a gastos operativos inesperados o aprovechar oportunidades emergentes.
Falta de experiencia externa: Al no buscar financiación externa, la empresa podría perder la oportunidad de aprovechar la experiencia y el conocimiento que inversores o socios externos p Recursos ajenos: ampliación y riesgo compartido
Por otra parte, la financiación con recursos ajenos implica obtener fondos externos, ya sea a través de préstamos bancarios, emisión de bonos o inversión de terceros.
Este tipo de financiación incluye algunos instrumentos financieros como préstamos, bonos, créditos comerciales, leasing o subvenciones y ayudas públicas.
Esta opción puede permitir una expansión más rápida del proyecto y el acceso a recursos adicionales.
Atención. Normalmente, cuanto menor sea su aportación de fondos, más rentable será su inversión. Esto es cierto siempre que el tipo de interés que tenga que pagar por los préstamos que reciba sea inferior a la rentabilidad que obtendrá.
Ventajas de recursos ajenos:
Más capital disponible: permite la inversión en proyectos de mayor envergadura o la ejecución de múltiples proyectos simultáneamente.
Acceso a experiencia: la participación de inversoras o socios puede aportar experiencia, conocimientos y contactos a la empresa. Este tipo de fuentes financieras puede proceder de bancos y cajas o de entidades financieras privadas. Dentro de los servicios que ofrecen estas instituciones encontramos entre otras, el renting, el leasing, el crowdfunding, el confirming, etc.
Diversificación de riesgos: compartir riesgo financiero con terceros puede reducir la carga financiera en caso de dificultades.
Mejora del flujo de caja: ayuda a mantener el flujo de caja al permitir pagos a plazos.
Deducibilidad fiscal: los intereses pagados pueden ser deducibles en el impuesto sobre sociedades.
Rentabilidad: incrementa la rentabilidad de la empresa gracias al apalancamiento.
Desventajas de recursos ajenos:
Carga de deuda: uno de los principales inconvenientes de la financiación con recursos ajenos es la generación de deuda. Tener préstamos o emitir bonos aumenta las obligaciones financieras de la empresa, lo que puede llevar a pagos de intereses significativos ya una mayor presión sobre el flujo de efectivo.
Dilución de la propiedad: si la empresa opta por la inversión de terceros, podría tener que ceder parte de la propiedad o de las ganancias futuras a los inversores. Esto implica una dilución del control y la participación en la empresa, lo que podría ser un obstáculo para la toma de decisiones estratégicas.
Riesgo de insolvencia: el uso excesivo de financiación ajena aumenta el riesgo de insolvencia. Si la empresa no puede generar suficientes ingresos para cubrir sus obligaciones de deuda, podría hacer frente a dificultades financieras.
Costes financieros adicionales: los préstamos y las inversiones externas conllevan costes financieros en forma de tasas de interés, comisiones y posiblemente dividendos o participación en las ganancias. Estos costes pueden reducir la rentabilidad del proyecto.
Menor flexibilidad financiera: la financiación con recursos ajenos a menudo impone restricciones financieras y condiciones a la empresa. Los prestamistas e inversores pueden imponer términos y condiciones que limiten la flexibilidad operativa y estratégica de la empresa.
Conclusión
La elección entre financiación con recursos propios y recursos ajenos depende de la situación específica de cada empresa y sus objetivos a largo plazo. Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, y la decisión final debe basarse en un análisis detallado de factores financieros, estratégicos y de riesgo.
Cada empresa debe considerar cuidadosamente sus circunstancias únicas antes de tomar una decisión de financiación que apoye su crecimiento y éxito continuo en el mercado.
Piensa que no existen fórmulas maestras y que cada tipo de financiación puede ser ideal en un momento u otro dependiendo de la situación de tu empresa o del proyecto empresarial que desees emprender.
Una buena solución puede ser combinar ambos instrumentos, tanto los recursos internos propios de tu empresa, como los recursos externos de financiación.
De esta forma no agotarás todos tus recursos internos y no dependerás plenamente de la financiación externa.
“Una forma molt personal d’entendre les empreses i els emprenedors”
Llav@-neres
Assessoria i Gestió
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