Toda persona que trabaje por cuenta propia sabe que debe conservar las facturas durante un periodo mínimo de cuatro años, que es el plazo de prescripción a efectos fiscales (6 a efectos mercantiles).
Pero una actividad económica genera más documentos que facturas.
Lo normal es que tengamos contratos comerciales con proveedores de bienes o servicios, impresos de liquidación de impuestos, tasas... y también albaranes, más numerosos si nos dedicamos al comercio.

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Cuando un autónomo o un profesional se da de alta en el IAE debe seleccionar el epígrafe que mejor se adapta a la actividad que va a realizar.
Esto, a veces, no resulta una tarea fácil, porque un negocio puede dar lugar a diferentes vías de explotación que pueden ser complementarias de la principal o completamente independientes.
Ejemplos de esto los tenemos por todas partes: la peluquería que además vende cosméticos o la tienda de comestibles que hace sus propios bizcochos.

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Debes hacerlo antes del 1 de noviembre

Si estás de alta como autónomo, debes saber que eres el responsable del ingreso de tus cuotas y tienes la obligación de cotizar a la Seguridad Social desde el primer día del mes que inicies tu actividad, debes saber que, además, puedes solicitar un cambio de base de cotización hasta dos veces al año. 

Leer más: ¿Eres autónomo y quieres modificar tu base de cotización?

Todos podemos pensar que en el momento en que tenemos una empresa o iniciamos nuestra actividad como autónomo que tenemos un solo domicilio, y eso no siempre es así.

Hay que distinguir el domicilio social y el domicilio fiscal, que no siempre han de coincidir.

Además podemos contar con locales afectos a la actividad.

Leer más: ¿Domicilio social o fiscal y afecto, son lo mismo?

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