Cuando se vende un negocio, es frecuente que el socio o la persona que lo gestiona siga en la empresa como trabajador o directivo. Qué cuestiones debes tener en cuenta en estos casos.
Que los socios gestores sigan como trabajadores o directivos suele interesar a ambas partes.
Al comprador, porque le garantiza una adecuada “transición” del negocio y una apariencia de continuidad frente a clientes y proveedores.
Y al vendedor, porque recibe una cantidad por la venta del negocio y, además, puede seguir prestando sus servicios. En todo caso, al negociar esta continuidad, conviene tener en cuenta diversos aspectos...
Si eres el vendedor
Negociación. Si vas a vender tu negocio, pacta las condiciones de tu relación posterior con la empresa simultáneamente a la negociación de la propia venta. A menudo, este aspecto suele quedar relegado a un segundo plano, de manera que al final se acaba discutiendo del contrato de trabajo o de alta dirección de los socios vendedores en el “último minuto”, cuando éstos quizá ya no tienen tanta capacidad de negociar o discutir como tenían en un inicio.
Condiciones. Algunas de las cuestiones que hay que pactar por escrito son las siguientes:
Contrato. El tipo de relación que mantendras con la empresa (por ejemplo, si firmaras un contrato de trabajo, uno de alta dirección o un contrato mercantil de prestación de servicios) y cuál será su duración.
Remuneración. Cuál será tu remuneración fija y variable (sueldos, bonus, salario en especie como vehículos de empresa, seguros sanitarios, participación en beneficios, etc.).
Blindaje. En los contratos de alta dirección, es frecuente pactar cláusulas de blindaje (también conocidas como “parachutes ”). Es decir, el importe de la indemnización que percibiras en caso de que la empresa decida prescindir de tus servicios de forma injustificada (y que será sustancialmente más elevada que la indemnización que prevea la Ley).
Funciones y centro de trabajo. Asimismo, para evitar posibles conflictos posteriores, es aconsejable pactar también las funciones que desarrollaras y el centro de trabajo o lugar en el que prestaras tus servicios.
Si eres el comprador
Permanencia. Si eres el comprador, te interesa asegurarte la permanencia del vendedor durante el plazo que considers necesario y, además, que durante ese plazo tenga una dedicación mínima. Por tanto, pacta por escrito ambas cuestiones (cuál será su jornada laboral, si prestará sus servicios en régimen de exclusividad, etc.) y prevee mecanismos que incentiven el cumplimiento (por ejemplo, incluyendo una penalización en caso de incumplimiento).
Objetivos. En muchas ventas de empresas se pacta que una parte del precio queda aplazado y condicionado a que se cumplan determinados objetivos tras la venta (que la empresa consiga una determinada cifra de negocio, de beneficios...). En ese caso:
Ten en cuenta esta cuestión al pactar las funciones del vendedor y su capacidad para influir en las decisiones estratégicas. Si, por ejemplo, es director general con amplia autonomía, puede tener la “tentación” de tomar decisiones para que se cumplan los objetivos de los que depende la parte variable del precio.
Por ejemplo, el director podría decidir la supresión de todos los gastos de marketing y promoción, con el fin de maximizar el beneficio a corto plazo y conseguir sus objetivos. Pero ello dejaría tocada a la empresa a medio plazo, al no disponer de clientes “nuevos” que reemplazasen a los que se pierden.
“Una forma molt personal d’entendre les empreses i els emprenedors”
Llav@-neres
Assessoria i Gestió