¿Cómo va a afectar a las empresas el Brexit y a los residentes en el Reino Unido, y a los ingleses en España?

Así afecta el Brexit a mi negocio.
A día de hoy son todavía más incógnitas que certezas las que hay sobre el Brexit.
Lo único que está claro es que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) impactaría en la actividad empresarial española y de toda Europa.
Sin un acuerdo definitivo, el comercio con el Reino Unido se regulará mediante las normas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Reino Unido, con o sin acuerdo, va a pasar a ser un tercer Estado.
Si será duro o blando, cuándo se llevará a cabo finalmente e incluso si se llegará a producir.
A día de hoy son todavía más incógnitas que certezas las que hay sobre el Brexit.
Lo único que está claro es que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) impactaría en la actividad empresarial española y de toda Europa.
Según un reciente informe de Oliver Wyman, el coste del Brexit para las empresas españolas rondaría los 2.500 millones de euros al año solo por cuestiones regulatorias impuestos y trámites en la aduana.
A esto hay que sumar el impacto para todo el sector turístico, que vería caer su actividad en áreas donde los británicos son los visitantes extranjeros por excelencia.
Sólo en 2018 nos visitaron 18,51 millones de turistas de las islas con un desembolso total de 17.976 millones de euros, un 20% más que en 2019.
Un Brexit duro costaría por lo menos dos millones de turistas y cerca de 1.500 millones de euros al sector, según el lobby Exceltur.
Más allá del sector turístico, las grandes empresas son las que más tienen que perder en términos absolutos, con banca, energía y telecos como los sectores más damnificados.
Las pymes tampoco se librarán.
El Brexit afectará sobre todo a las pequeñas empresas que vendan o compren bienes británicos.

¿Qué empresas se verán afectadas?
Para empezar, las empresas sólo se verán afectadas si vende bienes o prestas servicios al Reino Unido, si compras o recibes servicios de este país o si transporta dentro de sus fronteras.

Quienes vendan en Reino Unido
El Brexit convertirá al Reino Unido en país tercero, por lo que dejarán de aplicarse las normas comerciales que se aplican a los miembros de la Unión Europea y se aplicarán las generales de la Organización Mundial de Comercio, salvo que se llegue a un acuerdo diferente.
Este cambio tiene implicaciones en aduanas, IVA e impuestos especiales.
A efectos de IVA, los envíos a Reino Unido dejarán de considerarse entregas intracomunitarias y se convertirán en exportaciones.
En este sentido, será Reino Unido quien aplique su propia normativa al respecto.
También cambian los trámites, ya cualquier envío se convertirá en una exportación a un tercer país y habrá que abonar los impuestos especiales que correspondan. Además, esto implica que habrá que hacer una declaración de exportación.
Ya en el destino, el paso por la aduana británica también será menos ágil y puede que incluso sea necesario volver a pagar impuestos.

Quienes importen productos de Reino Unido
Con la salida del Reino Unido de la UE, sus documentos de exportación e importación dejarán de ser válidos, al igual que las autorizaciones de simplificaciones y demás procedimientos aduaneros.
El motivo, de nuevo, es que operarán con Reino Unido en condición de tercer país.
Las consecuencias pasan por la necesidad de presentar una declaración de entrada de la mercancía, una declaración aduanera y una declaración de depósito temporal.
Además, a los bienes importados se les aplicarán los aranceles que correspondan y, en algunos casos, será necesario conseguir una licencia concreta de importación.
Del mismo modo, también se aplicará IVA a los productos al no considerarse una adquisición intracomunitaria.
A esto se añade el pago de Impuestos Especiales siempre que sea pertinente y la posibilidad de tener que darse de alta en el registro e identificación de operadores económicos para hacerse con un número EORI.

¿Cómo deben actuar las empresas afectadas?
-Se debe registrar la empresa ante la autoridad aduanera nacional.
-Se deben consultar las simplificaciones de las que se puede beneficiar la empresa, tal como reducciones en el importe o simplificaciones para los procedimientos de tránsito.
-Solicitar el estatuto de operador económico autorizado.
-Registrarse en un Estado miembro EU27, en el caso de estar registrado en la Mini Ventanilla Única del IVA en el Reino Unido.

Consecuencias del Brexit para españoles residentes en el Reino Unido
Desde que se anunciara el resultado del referéndum popular en el que los habitantes del Reino Unido decidieron abandonar la Unión Europea, se ha generado mucho revuelo en torno a las consecuencias que puede tener.
Uno de los grupos más afectados potencialmente son los españoles que residen en el Reino Unido.
Actualmente son unos doscientos mil.
Esa cantidad casi se cuatriplica en los británicos que viven en España, pero de momento nos centraremos en los que residentes en el Reino Unido.
Por el momento, no ha habido ningún cambio legislativo en lo referente a viajar al Reino Unido y trabajar allí.
Por ese lado, las condiciones siguen siendo las mismas.
Es probable que la libre circulación se vea modificada, pero no parece que vaya a suceder de un día a otro.
Obviamente, el resultado del referéndum parece irrevocable y el Brexit acabará siendo efectivo, pero ese proceso requiere una serie de medidas políticas y jurídicas que afectarán a la economía.
Aún está por ver cuál es el nuevo acuerdo comercial que se establece entre el Reino Unido y la Unión Europea, de manera que nos encontramos en una fase de impás en ese sentido.
Indudablemente, las políticas migratorias han sido clave en la campaña del Brexit, y los expertos afirman que su influencia en el resultado final está profundamente relacionado con la crisis de los refugiados.
El rechazo a la inmigración se encuentra latente en el Reino Unido, especialmente de aquellos que proceden de países con una economía más débil.
Por el momento, ya decimos que no ha cambiado nada, pero se prevé que en dos años habrá que tener en cuenta los permisos de residencia y trabajo, como sucede en otros países fuera de la UE como Estados Unidos, China o Australia.
El impacto de las nuevas políticas migratorias será bastante considerable, ya que en la actualidad hay más de tres millones de europeos residiendo allí, lo que supone un 6 % de su población.
También es posible que algunos ciudadanos europeos decidan volver a sus países por su propia voluntad, a la vista de la inseguridad que se está creando en torno a sus puestos de trabajos.
Aquellas personas que han cotizado en el Reino Unido tendrán que esperar a los acuerdos económicos a los que se lleguen entre ambas partes.
Todo dependerá de si el país permanece en el Espacio Económico Europeo, como hacen otros países que son parte de la UE: Islandia, Noruega y Liechtenstein.
En ese caso, los reglamentos comunitarios sobre Seguridad Social prevalecerían, de manera que no habría ningún problema.
De no ser así, habría que buscar alguna manera de conseguir que el derecho a esas prestaciones no se pierda.
En la actualidad, España tiene acuerdos similares con otros países para que esas cotizaciones no corran peligro.
De todos modos, a pesar del ajetreo económico de los primeros días, no debe cundir el pánico.

Podemos tomar Noruega como ejemplo.
Aunque no es un país miembro de la Unión Europea, sí que forma parte de la Asociación Europea de Libre Comercio y el ya mencionado Espacio Económico Europeo.
La integración en estas instituciones les permite formar parte del mercado interior de la Unión Europea; no es imprescindible haberse adherido a la UE.
Es probable que los dirigentes del Reino Unido no aboguen por una desconexión total de la economía UE, sino que simplemente buscan más margen de maniobra que el que les permitía la Unión.
En ese sentido, el papel de la libra esterlina volverá a cobrar la importancia de antaño ya que no se verá sujeta a gran parte de las políticas comunes.
Lo que sí que es cierto es que Noruega acepta la libre circulación de personas, uno de los aspectos más conflictivos tanto durante la campaña como en las reacciones posteriores al anuncio de los resultados.
En definitiva, aún es pronto para sacar conclusiones definitivas.
No parece probable que el Reino Unido quiera cerrar por completo sus fronteras e impedir la libre circulación actual.
Tienen interés en que las relaciones comerciales con la Unión Europea sean fluidas, pero será complicado que los países de la Unión acepten que las personas no puedan circular libremente como hasta ahora.
Los próximos meses serán cruciales para comprender el rumbo que toma el país en esta nueva situación.

Consecuencias del Brexit para británicos residentes en España
La confirmación de la salida del Reino Unido de la Unión Europa a raíz del referéndum popular ha supuesto un torbellino de reacciones por todo el mundo. No cabe duda de que esta decisión afecta a muchas personas de diferentes lugares, y en España tenemos casi 300 mil británicos residiendo en nuestras fronteras.
Estos se acogen al derecho de libre circulación inherente a la Unión Europea, pero la salida del Reino Unido supone que de buenas a primeras no cuenten con los mismos derechos que hasta ahora.
A priori no parece que estos ciudadanos vayan a quedarse sin papeles. Obviamente, su régimen jurídico va a cambiar, pero aún está por ver cuáles son los acuerdos a los que acceden el Reino Unido y la Unión Europea.
Se está poniendo como ejemplo a algunos países que no forman parte de la UE pero que cuentan con la posibilidad de permitir que sus ciudadanos vivan y trabajen en España como si fueran comunitarios.
Se trata de Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza.
A excepción del último, forman parte del llamado Espacio Económico Europeo, una institución que permite que los países adheridos a la Asociación Europea de Libre Comercio puedan formar parte del mercado interior de la Unión Europea, sin necesidad de adherirse a ella.
Esto permite la libre circulación de personas, algo que no casa exactamente con lo planteado en la campaña de los que querían la independencia de la UE, puesto que no podrían limitar la inmigración en el Reino Unido.
Todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas, pero tampoco parece que sea la maniobra más provechosa para el país.
El Reino Unido va a seguir necesitando mano de obra procedente de países europeos para seguir desarrollando una economía tan potente como la suya, pero que vive tiempo de incertidumbre ante todo lo que se viene encima.
La aceptación de la libre circulación de personas en sus fronteras repercutiría positivamente en sus ciudadanos que viven fuera del país.
Aquellos británicos que lleven al menos cinco años viviendo en España podrían solicitar una Tarjeta de Larga Duración, en lugar del Certificado de Registro de Ciudadano de la Unión Europea que tienen ahora.
A fin de cuentas, el cambio de estatus podría no afectar de ninguna manera a efectos prácticos, siempre y cuando las negociaciones vayan a buen puerto. Los británicos con menos de cinco años en nuestras fronteras deberían solicitar una autorización de residencia temporal.
Esto nos recuerda a los acuerdos que tiene España en términos de visados con países de otros continentes.
Se puede residir en Estados Unidos, Canadá o China, pero las medidas de control, especialmente relacionadas con los contratos laborales, son más estrictas, y en caso de no tener un trabajo, se termina la vigencia del visado y el ciudadano extranjero debe volver a su país.
Esto reduciría la movilidad geográfica, y al Gobierno español también le interesa seguir recibiendo ciudadanos británicos, ya sea de manera esporádica para hacer turismo o como lugar para establecer su residencia.
Especialmente la costa mediterránea acoge una gran cantidad de personas con un poder adquisitivo alto que deja mucho dinero en las arcas del estado.
La opinión generalizada de los británicos residentes en España es que esta decisión les puede perjudicar y, al igual que ha sucedido en Gibraltar, ha habido bastante rechazo al resultado.
Sin embargo, aún es pronto para asegurar si la salida de la UE implica consecuencias negativas para ellos, y habrá que esperar a los acuerdos legales y económicos.

“Una forma molt personal d’entendre les empreses i els emprenedors”
Llav@-neres
Assessoria i Gestió