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¿Cuál es la diferencia entre un PPA y un Plan de Pensiones?

Los planes de pensiones son, probablemente, el producto que le viene a la cabeza a la mayoría de los potenciales ahorradores a la hora de pensar en la planificación de la jubilación.
Son productos con larga tradición, pero no son los únicos.
Hoy vamos a conocer una alternativa que comparte bastantes puntos con los planes de pensiones, pero que tienen sus propias particularidades.
Diferencias entre un plan de pensiones y un PPA
A la hora de pensar en la planificación de la jubilación, lo primero que seguro que te viene a la cabeza es un plan de pensiones. Permite generar ahorros a largo plazo de forma flexible y acumular un capital, entre otras ventajas, que en la jubilación complementará tus ingresos procedentes de la pensión pública.
Existen diferentes modalidades de planes de pensiones, pero también otros productos con el mismo objetivo. Los planes de previsión asegurados o PPA son una alternativa. A continuación, repasamos las diferencias entre un plan de pensiones y un PPA, en qué consiste cada uno, cómo funcionan y cuáles son sus características.

¿Qué es un plan de previsión asegurado o PPA?
Un plan de previsión asegurado o PPA es un seguro individual de ahorro a largo plazo.
Los Planes de Previsión Asegurados (PPA) son instrumentos de ahorro-previsión, lanzados al mercado en el año 2003, con el objetivo de complementar, de una forma privada, las prestaciones de la Seguridad Social.
Contienen un seguro de vida-ahorro cuyas prestaciones se reciben en el momento de la jubilación, invalidez o fallecimiento, asegurando una rentabilidad y con ventajas fiscales similares a los Planes de Pensiones.
Se trata de un producto de seguros que garantiza un tipo y, por tanto, un capital cierto a la fecha de vencimiento de la garantía de interés, que será el horizonte temporal de la jubilación.

¿Qué similitudes hay entre un PPA y un plan de pensiones?
Hay mucho en común entre PPA y planes de pensiones.
Los dos son productos de ahorro a largo plazo específicamente diseñados para la jubilación y se rigen por la misma Ley.
Además, tanto los planes de pensiones como los PPA están supervisados por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).
Las similitudes entre planes y PPA continúan por el lado del rescate y las ventajas fiscales durante las aportaciones.
Al estar pensados para invertir a largo plazo, sólo podrás recuperar el dinero con carácter general al jubilarte o pasados 10 años desde que realizaste la inversión.

¿Y si necesitas antes tu dinero?
Hay una serie de casos especiales para rescatar el plan antes de tiempo como enfermedad grave o el desempleo de larga duración.
Los dos productos cuentan con la misma fiscalidad durante las aportaciones.
En otras palabras, te permiten pagar menos impuestos por las aportaciones que realices con un límite de 8000 € al año.
El PPA cuenta exactamente con las mismas ventajas fiscales que los planes de pensiones. Ambos productos permiten reducir la cantidad aportada en la base general del IRPF de la Declaración de la Renta.
Del mismo modo, cuando llegue el momento de recuperar el dinero, toda la inversión se integrará dentro de las rentas del trabajo.
Al rescatar el plan o el PPA deberás elegir entre hacerlo en forma de renta, en forma de capital o una mezcla entre ambas.
El modo que elijas hará que pagues más o menos impuestos.
PPA y planes de pensiones son tan similares que la Ley permite traspasar el dinero de un plan a un PPA y viceversa.
Los dos productos han sido diseñados específicamente para ahorrar dinero para la jubilación.

¿Qué diferencias hay entre un PPA y un plan de pensiones?
La principal diferencia entre un PPA y un plan de pensiones individual está en la seguridad.
El PPA siempre te va a garantizar que cuando te vayas a jubilar al menos recuperas el dinero que has invertido en el producto, haya pasado lo que haya pasado con los mercados financieros.
En el caso del plan de pensiones individual, el plan no puede ofrecer por sí mismo ninguna garantía, por lo que no es posible asegurar que el cliente vaya a recuperar las aportaciones realizadas en el momento de la jubilación.
Este puede ser un matiz muy importante cuando estamos hablando de los ahorros para la jubilación.
Hay mucha gente, con un perfil de inversión conservador, que no quiere que su ahorro para la jubilación esté expuesto a la volatilidad de los mercados y, por lo tanto, les da mucha tranquilidad saber, que ocurra lo que ocurra en los mercados financieros, todo el dinero que han invertido está a salvo de fluctuaciones.

Diferencia entre PPA y plan de pensiones: Mitos y leyendas
A la hora de definir las diferencias entre un PPA y un plan de pensiones es necesario combatir algunas creencias instaladas en el imaginario común que no son ciertas.
Una de las más habituales es la siguiente: “tengo un plan que invierto en renta fija y por lo tanto no puedo perder”. Falso.
El valor de la renta fija fluctúa en los mercados como el de la renta variable, dependiendo de factores como, por ejemplo, la evolución de los tipos de interés y de la famosa prima de riesgo.
Así que mucha gente se ha llevado la sorpresa de que, por ejemplo, si ahorró 10.000 euros en un producto de este tipo, cuando llega a la jubilación resulta que sólo recupera 9.500 euros.
Otra creencia muy usual es pensar que “a la larga ahorrar en renta variable en un producto que no ofrece ninguna garantía siempre va a ser mucho más rentable que invertir en un producto garantizado”.
Pues bueno: depende.
Hay que evaluar muchos factores.
Depende, por ejemplo, de tu perfil de riesgo.
Depende también de cuánto tiempo te quede para la jubilación.
Lo más importante es informarse, asesorarse y, sobre la base de esa información, analizar qué producto para la jubilación te conviene más.
Alguien también podrá preguntarse, “¿Cómo es que los planes de pensiones individuales no pueden ofrecer garantías? ¿Y los planes de pensiones garantizados?”.
Aquí es necesario aclarar que la garantía de un plan de pensiones individual garantizado siempre es externa.
Es la entidad financiera que lo comercializa (habitualmente, un banco), y no la entidad gestora del plan la que asume el compromiso de aportar la cantidad necesaria para que el cliente conserve su inversión inicial a una determinada fecha prefijada.
Además, la garantía sólo opera en una determinada fecha, y no en ninguna otra
Garantía a la hora de recuperar las aportaciones realizadas.
La principal diferencia está en la seguridad.
El PPA siempre va a garantizar la recuperación del dinero invertido al llegar la época de jubilación, haya pasado lo que haya pasado en los mercados financieros.
En el caso de los planes de pensiones, el capital aportado no siempre está asegurado, salvo que se trate de un plan garantizado.
Rentabilidad
Los planes de previsión asegurados deben garantizar el capital aportado más un tipo de interés mínimo que se calcula mediante técnicas actuariales.
En cambio, la rentabilidad de los planes de pensiones depende del comportamiento de los activos en los que se invierte.
Es decir, un plan de previsión asegurado ofrece rendimientos ciertos, mientras que un plan de pensiones no.
Sin embargo, con este se podría obtener más rentabilidad. De todas formas, recuerda que rentabilidades pasadas nunca aseguran rentabilidades futuras.
Figuras
Los planes de pensiones se instrumentalizan a través de fondos de inversiones, mientras que los PPA se integran en una póliza de seguro.
De esta forma, las principales figuras del PPA son el tomador (el contribuyente), el asegurado (que coincide con el tomador) y el beneficiario (en caso de fallecimiento pueden ser terceras personas designadas por el tomador).
En el caso del plan de pensiones, las principales figuras son el promotor (el encargado de promover la creación del plan y que puede ser una entidad, una empresa o una asociación), el partícipe (persona física a favor de la que se crea el plan, es decir, el ahorrador) y el beneficiario (persona con derecho a percibir las pensiones o beneficios otorgados por el plan, pudiendo ser el mismo que el partícipe).

PPA y planes de pensiones: ¿se pueden traspasar?
Los derechos acumulados gozan de movilidad, bien hacia otro PPA o bien hacia otros productos de previsión privada como planes de pensiones o PPSE (planes de previsión social empresarial).
El capital ahorrado en ambos casos puede traspasarse a otro producto de inversión sin penalizaciones:
• De un plan de pensiones a otro
• De un plan de pensiones a un PPA
• Desde un PPA a otro PPA
• Desde un PPA un plan de pensiones

¿Cuál elegir? ¿PPA o plan de pensiones?
El nivel de riesgo que estés dispuesto a asumir es lo que suele marcar la elección de un PPA o un plan de pensiones.
Si quieres que el ahorro para la jubilación no esté expuesto a la volatilidad de los mercados, un PPA es su opción, sin embargo, puede ser menos rentable.
Si optas por el segundo, siempre puedes elegir el nivel de riesgo dependiendo del momento vital y tus objetivos de ahorro.
Existe una amplia familia de planes de pensiones entre los que optar, desde los que invierten mayoritariamente en renta variable hasta los más conservadores que apuestan por renta fija a corto plazo y, por supuesto, los garantizados.

¿Qué es un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS)?
Los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) son instrumentos de ahorro-previsión, lanzados al mercado en el año 2007, siendo un híbrido entre los Planes de Pensiones y los Seguros.
Su misión es ir acumulando un capital a lo largo del tiempo con el objetivo de una renta vitalicia como complemento a la pensión pública y, al ser un seguro, ofrecer un capital al asegurado en caso de fallecimiento del titular.
Deberá recaer en el ahorrador la figura del tomador, asegurado y beneficiario.
La fiscalidad de los PIAS difiere bastante con respecto a los Planes de Pensiones y PPA.
En principio, no son ilíquidos ni tienen como contingencia obligatoria la jubilación, invalidez o muerte ya que se pueden rescatar sin haber llegado a la jubilación.
Las primas no serán superiores a 8.000 euros anuales y el importe de las primas acumuladas no podrá superar los 240.000 euros.
Estos derechos podrán movilizarse total o parcialmente según convenga al ahorrador.
Las aportaciones realizadas no reducen la base imponible, el atractivo fiscal vendrá a la hora de recibir la renta vitalicia que tributará como rendimiento del capital mobiliario y solo en parte ya que dependerá, y mucho, de la edad del beneficiario y la duración de la renta temporal, pues a mayor edad y más periodo para percibir las rentas, menos impuestos.
Están indicados para aquellos ahorradores-inversores que desean potenciar su capacidad de ahorro.
El perfil del inversor será conservador pues sus rendimientos se asemejan a los de la Renta Fija.
También pueden invertir en fondos de inversión o acciones con lo que, en este caso, se asemejarían a los unit-linked.

¿Qué es un Plan de Ahorro a Largo Plazo (PALP)?
Hace cuatro años entró a formar parte de los Mercados Financieros un nuevo producto que va destinado, principalmente, a los ahorradores más conservadores.
Se trata de una especie de SICAV de baja rentabilidad pensada para las clases medias y bajas con el nombre de Plan de Ahorro a Largo Plazo (PALP), sin embargo, se comercializa como Plan de Ahorro 5.
Se crean a partir de una cuenta de ahorro denominada Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo (CIALP) o de uno o varios seguros de vida llamados seguros Individuales de Vida a Largo Plazo (SIALP).
Por lo tanto, si toma la forma de seguro, se contratará a través de las compañías aseguradoras y si toma la forma de cuenta, se hará a través de las entidades financieras.
El banco o aseguradora que comercialice este producto deberá, por Ley, garantizar un 85% del capital invertido por lo que se deduce que el inversor tendrá una pérdida máxima de un 15 %.
Estos porcentajes nada tendrán que ver con las condiciones particulares de rescate que imponga cada entidad.
Según la forma que tome, la seguridad dependerá de la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones en el caso de que sea un seguro o del Fondo de Garantía de Depósitos si es una cuenta.
Tanto si se articula como un seguro o como una cuenta, su principal ventaja es que permite aportar un máximo de 5.000 € al año durante cinco años, en total 25.000 €, con la ventaja fiscal de la no tributación por los intereses obtenidos, siempre y cuando no se efectúe ningún reintegro durante ese tiempo o cuando se incumpla el límite de aportación de los 5.000 €.
Si el Plan se rescata antes de los cinco años, perdería le exención fiscal y las plusvalías obtenidas tributarán según el tipo general del ahorro.
Finalizado el plazo, la disposición se realizará en forma de capital tanto la cantidad aportada por el ahorrador como los intereses generados.
Si transcurridos los 5 años el Plan es un Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo se puede reinvertir en un nuevo Seguro por la totalidad sin tributar por ello, es decir, se puede alargar el plazo más allá de los cinco años iniciales y con las mismas ventajas fiscales.
En el caso de que sea una Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo, siempre se hará el rescate a la finalización del periodo de 5 años.
Cada contribuyente solo podrá ser titular de un Plan de Ahorro 5 con la permisiva de poder traspasarlo a otra entidad siempre y cuando se haga de CIALP a CIALP o se SIALP a SIALP, en ningún caso se permitirá el traspaso cruzado.
El Plan Ahorro 5 está pensado para un inversor que deteste el riesgo y cuente con un horizonte de medio plazo por encontrarse a medio camino entre los depósitos convencionales, seguros de ahorro y planes de pensiones.

“Una forma molt personal d’entendre les empreses i els emprenedors”
Llav@-neres
Assessoria i Gestió