La importancia del NIF para autónomos y pymes

Pasan los años, pero multitud de sociedades siguen usando en sus facturas, página web, formularios o cualquier documento donde consten sus datos principales, la expresión CIF, en vez de referirse a su Número de Identificación Fiscal, es decir el NIF.


Es cierto que durante muchos años las sociedades, a diferencia de las personas físicas, disponían del llamado Código de identificación Fiscal, el CIF, frente a las personas físicas que usaban el Número de Identificación Fiscal, el NIF.
Sin embargo, a partir del 1 de julio de 2008 cambió la denominación legal de CIF por NIF que hasta entonces era usado exclusivamente por las personas físicas.
Esta modificación normativa se produjo con la Orden EHA/451/2008.
En dicha orden, además del cambio de denominación también se establece una nueva fórmula para elaborar la composición del número de identificación fiscal en función de si es sociedad civil o mercantil, nacional o extranjera, unión temporal de empresas, etc.
Pero lo más importante, más allá del cambio en su elaboración, es el hecho de que casi ninguna empresa con forma societaria que anteriormente disponía de CIF, haya eliminado esta expresión y sigue usándola en todos los documentos.
Podemos comprobar en las páginas web de las principales empresas españolas como siguen haciendo uso del CIF y no sólo en pymes con, quizá, menor soporte jurídico o de asesoría.
Es más, despachos de abogados especializados en el ámbito mercantil y fiscal también incurren en este error.
Hay que reconocer que, sobre este asunto, quién realmente sustituyó todas las referencias al CIF fue la Agencia Tributaria no hay más que leer un requerimiento de esos que nos envían a todos de vez en cuando.
Aunque estamos disculpados por no advertir el cambio, bastante tenemos con el susto de la carta de Hacienda en casa o en la oficina.
El Número de Identificación Fiscal o NIF es vital para cualquier autónomo y pyme.
Se trata de un código alfanumérico que debes utilizar para todo el papeleo concerniente a tu negocio, desde la presentación de impuestos hasta la facturación de tu actividad.
Pero ¿conoces las diferencias entre NIF y CIF? ¿Sabes qué significa el código que lo representa el NIF? ¿Y cómo hacerte de él para empezar a trabajar tanto si eres autónomo como si estás configurado como una pyme?

 

NIF o CIF ¿cuál es el mío?
El CIF es el Código de Identificación Fiscal y el NIF corresponde al Número de Identificación Fiscal.
Y, mientras que el primero está asociado a la identificación de las empresas, el segundo lo está a la de las personas.
Lejos de este primer matiz, debes saber que hoy en día ambos términos se solapan y solo está en uso el NIF.
Un código alfanumérico que la propia Agencia Tributaria define como “el elemento que permite la correcta identificación a efectos fiscales de personas o entidades que intervengan en relaciones de naturaleza o con trascendencia tributaria en España”.

NIF o CIF ¿cuál es la diferencia?
De hecho, tanto el NIF como el CIF son códigos de identificación compuestos por letras y números.
El segundo ha sido usado durante varias décadas para localizar a las empresas de nuestro país, para identificar tanto a personas jurídicas como a ciertas entidades sin personalidad jurídica.
Y, aunque hoy en día, sigue haciéndose la distinción entre uno y otro en los círculos más coloquiales, en realidad el CIF dejó de estar vigente en el año 2008 cuando, a través del Real Decreto 1065/2007 de 27 de julio se indicó que había de usarse el NIF tanto para personas como para empresas.

¿Cómo se adquiere el NIF?
Todos los obligados tributarios están obligados a incluir su Número de Identificación Fiscal, NIF, en todas las autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones o escritos que presenten ante la Administración tributaria.
Por lo que en caso de no disponer de dicho número hay que solicitarlo.
Si eres autónomo lo tienes fácil ya que tu NIF coincide con tu DNI, con tu Documento Nacional de Identidad, pero en el caso de estar configurado como una pyme tendrás que hacerte con un código específico.
Pues al solicitar la inscripción en el censo de empresarios, profesionales y retenedores, mediante la declaración censal de alta (con el modelo 036), solicitarás también el Número de Identificación Fiscal.
De hecho, hay que tener un NIF antes de comenzar a desarrollar la actividad y de realizar cualquier entrega, prestación o adquisición de bienes o pagos.
Y, por supuesto, también para la contratación de personal laboral.

Composición del NIF para pymes
El NIF de las personas jurídicas y entidades sin personalidad jurídica estará compuesto por nueve caracteres, con la siguiente composición:
1. Una letra, que informará sobre la forma jurídica, si se trata de una entidad española, o, en su caso, el carácter de entidad extranjera o de establecimiento permanente de una entidad no residente en España.
2. Un número aleatorio de siete dígitos.
3. Un carácter de control.

La importancia del NIF en la factura de un autónomo
Un error en el que se puede incurrir sin mucha dificultad es olvidar tu NIF a la hora de facturar, sobre todo si aún realizas la facturación en formato papel, no digital, y no haces uso de un sofware de facturacion.
Y ¡ojo! Porque es un error que puede llevarte a tener muchos problemas ya que supondrá que haya incongruencias entre tu facturación real y la que será considerada válida para tus declaraciones de IVA e IRPF.
Y es que incluir el “NIF y nombre y apellidos, razón o denominación social del expedidor” es obligatorio para que una factura sea considera válida y solo las facturas válidas pueden ser ingresadas en tu contabilidad.
Por lo que no puedes dejar de pensar en la importancia que tiene el NIF para autónomos y pymes.

Letras del CIF antiguo que ahora son las del NIF
Si te fijas en el NIF de una empresa, es diferente al de un particular.
Cuando cambió la normativa, cambió la fórmula de su elaboración.
El NIF para personas jurídicas tiene una letra siempre delante que nos da información sobre el tipo de forma jurídica y nacionalidad de la entidad.
Lista de CIF que empiezan por cada letra y el tipo de entidad correspondiente:
A. Sociedades anónimas.
B. Sociedades de responsabilidad limitada.
C. Sociedades colectivas.
D. Sociedades comanditarias.
E. Comunidades de bienes.
F. Sociedades cooperativas.
G. Asociaciones.
H. Comunidades de propietarios en régimen de propiedad horizontal.
J. Sociedades civiles, con o sin personalidad jurídica.
N. Entidades no residentes.
P. Corporaciones locales.
Q. Organismos públicos.
R. Congregaciones e instituciones religiosas.
S. Órganos de la Administración del Estado y Comunidades Autónomas.
U. Uniones Temporales de Empresas.
V. Otros tipos no definidos en el resto de claves.
W. Establecimientos permanentes de entidades no residentes en España.

A partir de la letra, el NIF tiene 8 dígitos, tal y como hemos indicado anteriormente:
– 2 primeros para indicar la provincia.
– 5 dígitos correlativos según la inscripción en el registro provincial
– 1 dígito como control, que puede ser una letra o un número.
Es el número que permite validar el formato de un NIF

“Una forma molt personal d’entendre les empreses i els emprenedors”
Llav@-neres
Assessoria i Gestió